PROBLEMA
La falta de prevención de riesgos en los asentamientos urbanos de los cerros colindantes a Avda. Francia, en conjunto con el sobrepoblamiento del sector, genera un riesgo vital evidente para los pobladores (inundaciones, aluviones, desprendimiento de faldas, movimientos tectónicos).
ANTECEDENTES
1) "A partir de la segunda mitad del S. XIX, junto con las revoluciones higienistas surgidas en la ciudad de Valparaíso, comienzan a adaptase los cursos hidrográficos a medida que confluyen con la ciudad, mermando los cauces de los afluentes que los componen."[1]
2) Los cerros de Valparaíso se conforman principalmente de granito, el cuál, al erosionarse, se transforma en arcilla, sedimento poco estable de fácil desprendimiento. Cabe destacar que los cerros de Valparaíso se encuentran en un proceso de constante descomposición.
3) A lo largo de su historia, Valparaíso a sufrido "graves inundaciones que afectaban a la ciudad y que más de una vez provocaron tragedias de proporciones con elevado costo de vidas humanas y pérdidas materiales"[2].
OBSERVACIONES EN TERRENO (11/05/2009)
Hablar de Valparaíso es evocar un terreno caracterizado por sus desniveles. En ciertos lugares del puerto patrimonial encontramos grandes sectores prácticamente planos, mientras que, hacia el sur de la ciudad, el territorio adopta pendientes dignas de considerar.
Por lógica, se deduce que con estos últimos territorios nos referimos a los cerros del llamado “anfiteatro”, no obstante, en el siguiente texto hablaremos de los cerros colindantes a Avenida Francia, los cuáles fueron observados y analizados en terreno, definiendo una de sus características únicas y peculiares: se encuentran repletos de partículas sedimentarias de fácil desprendimiento generadas a partir del proceso de meteorización.
Esto quiere decir que los cerros de esta avenida, compuestos principalmente por Granito (al igual que el resto de la cadena montañosa que rodea la ciudad), se encuentran gravemente erosionados gracias a procesos exógenos, por lo cuál, dicha roca se presenta en forma putrefacta recibiendo el nombre de “Granitoide Meteorizado”, cuya desintegración genera uno de los sedimentos más abundantes de Valparaíso: la arcilla (situación ejemplificada perfectamente en el cerro “
La arcilla posee un problema estructural fundamental dentro del sustrato: su elevada capacidad de absorción produce un engrosamiento y aumento del peso del material, lo cuál puede generar, sobretodo en suelos poco firmes, desprendimientos de tierra en las laderas de los cerros.
Otra característica observable del sustrato es la vegetación. Esta modera los agentes erosivos y protege las laderas de la intemperie.
En primer lugar se presenta la vegetación herbácea que es de menor relevancia para el sustrato, luego se presenta la vegetación arbustiva que minimiza el canal de escurrimiento de las precipitaciones y el deslizamiento de sedimentos y, finalmente, se encuentra la vegetación arbórea, la cuál minimiza la fuerza de llegada de las precipitaciones al sustrato, protegiéndolo de una erosión fuerte y progresiva.
Sin embargo, falta vegetación en las laderas, a modo de escudo, que modere la acción de vientos y precipitaciones. Cabe destacar que también se producen erosiones antrópicas, por ejemplo, al construir casas modificando el terreno o al botar basura en las abruptas quebradas.
Así, el problema del asentamiento en las laderas de los cerros no sólo es preocupante, sino precipitado. Durante el período de observación nos percatamos de la falta de conciencia que tienen los pobladores para con el territorio que habitan: lo ensucian, destruyen y alteran sin mayor remordimiento. Además, viven en una situación de riesgo constante y aparentemente no lo saben: conviven diariamente con casas sobrepuestas una sobre otra a punto de colapsar, laderas extremadamente erosionadas que se desintegran frente al menor contacto, abruptas pendientes en los caminos diarios de afluencia peatonal, casas que se sostienen sobre ninguna base sólida, etc.
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